¿Conoces la diferencia entre las redes de tensión? Dentro del sector de la electricidad, existe una amplia terminología que, para los que no se encuentren familiarizados con ella, puede resultar algo confusa. Un ejemplo de ello son los nombres de las diferentes redes de tensión: alta, media y baja.
En el momento de realizar una instalación eléctrica es importante tener en cuenta que la baja, media y alta tensión sirven para propósitos distintos y que requieren de características particulares para volverlas funcionales.
Diferencias entre los tipos de redes de tensión.
Una de las preguntas más comunes a la hora de realizar una instalación eléctrica es la diferencia entre alta, media y baja tensión.
La tensión eléctrica o diferencia de potencial es una magnitud física que cuantifica la diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos. Dicho de otra forma, es el voltaje con que la electricidad pasa de un cuerpo a otro, por eso le solemos llamar voltaje y su unidad de medida es el voltio.
Si dos puntos (A y B) que tienen diferencia de potencial se unen a través de un conductor, se produce un flujo de electrones. El punto de mayor potencial (A) cede parte de su carga al punto de menor potencial (B) mediante conductor hasta que ambos igualan su potencial eléctrico. Este traslado de cargas es lo que se conoce como corriente eléctrica. Una red de tensión con 25 kV es capaz de transportar electricidad durante 25 km.
Cuando se habla de las diferencias entre las redes de tensión, se refiere a la diferencia de voltaje eléctrico que es capaz de transportar esa red en cuestión.
Si hablamos de cada una de ellas:
1. Alta tensión: para transportar electricidad.
En primer lugar, las instalaciones de alta tensión (AT) son las que superan los 36 kV de voltaje. Normalmente, este tipo de tensión se usa para el transporte de electricidad a grandes distancias, normalmente para llevarla desde las centrales generadoras hasta las subestaciones eléctricas. Para poder transportar la electricidad a grandes distancias, se necesita elevar la tensión para reducir la intensidad que circula por la línea y, de tal forma, prevenir las pérdidas de energía por el calentamiento de los cables conductores y por los fenómenos electromagnéticos.
Existen dos categorías: la primera categoría de alta tensión es superior a 66 kV e igual o inferior a 220 kV; y la segunda categoría de alta tensión es superior a 30 kV e igual o inferior a 66 kV.
En la actualidad se escuchan noticias en los medios de comunicación donde se dice que los campos electromagnéticos que provocan estas redes de alta tensión son los causantes de cáncer o leucemia. A pesar de que existen varios estudios, ninguno ha podido demostrar que sea así, aunque por motivos de seguridad todas las torres o cableado van enterrados y se ubican fuera de núcleos urbanos para evitar posibles accidentes.
2. Media tensión: para distribuir electricidad.
Cuando la electricidad ha viajado desde el lugar donde se genera (central eléctrica) hasta el punto donde se consumirá, pasa por una subestación eléctrica que transforma la electricidad de alta tensión en media tensión (MT). Las instalaciones de media tensión cuentan con un voltaje de entre 1 y 36 kV, aunque en Cataluña el voltaje más utilizado es de 25 kV. Las líneas de media tensión a su vez pueden ser aéreas o subterráneas para evitar accidentes y, por razones de seguridad, deben cumplir una serie de requisitos que se rigen por el Real Decreto 337/2014.
De hecho, en España se encuentran en la misma categoría que las líneas de alta tensión, porque no existe una normativa concreta para las instalaciones eléctricas de media tensión. La electricidad de grandes consumidores, como hospitales, aeropuertos o industria, son de media tensión. También se encuentra en la generación y distribución de energía eléctrica.
Normalmente, este tipo de redes se utilizan para transportar la electricidad desde las subestaciones hasta las centrales transformadoras y que dan suministro a pueblos y ciudades. También es empleada para abastecer grandes consumidores de electricidad como hospitales, aeropuertos e industrias.
3. Baja tensión: para consumir la electricidad.
Para poder consumir electricidad en nuestros hogares se necesita de líneas de baja tensión. Aquí se usan circuitos de electricidad que soportan voltajes de 220 y 230 voltios.
La baja tensión es la que usan la mayoría de los aparatos eléctricos y resulta menos peligrosa que la alta tensión o la media tensión; pero con el fin de evitar el riesgo de accidentes, las instalaciones deben estar protegidas por los interruptores y diferenciales que tenemos en la entrada de las casas, para mayor seguridad.
En las centrales transformadoras se convierte la media tensión a baja tensión. Normalmente, están situadas cerca de los puntos de consumo y de ahí se distribuye por todas las viviendas, empresas, comercios, etc.
Toda instalación de baja tensión debe de ser realizada y manipulada por profesionales autorizados, ya que debe realizar un trámite para poder legalizar la red.
Esperamos que ahora tengas más claro la diferencia entre las redes de tensión y su funcionamiento. Suscríbete a nuestra newsletter y podrás estar al día de las novedades y noticias del sector.